El Suizo Nino Schurter mantiene su hambre de victória intacta.
Dentro de unas semanas, Nino Schurter, el ocho veces campeón del mundo de ciclismo de montaña, iniciará la campaña de 2021.
Fuera de temporada, ha pasado los días montando en bicicleta, esquiando y entrenando, y acaba de salir de una concentración de equipo en la Toscana. Se siente fuerte, dice, y tiene mucho que lograr este año.
Para ser un ciclista tan prodigioso, Schurter destaca por su humildad. Por teléfono, habla con frialdad de sus éxitos pasados. Uno percibe enseguida la sensación de que pasa muy poco tiempo mirando hacia atrás, motivado más bien por el camino que tiene por delante.
«Este es un trabajo de ensueño y una vida de ensueño», explica cuando se le pregunta cómo se mantiene motivado. «Me entreno y monto mucho en bici porque realmente me encanta».
Para prepararse de cara a esta temporada, ha pasado mucho tiempo en carretera y senderos en solitario, en vez de entrenar en las distintas concentraciones del equipo nacional. En las concentraciones, el peligro, bromea, es rodar demasiado fuerte demasiado pronto, una condición bien conocida en el ciclismo como «cocinar antes de tiempo», dice riendo.
«La clave el éxito, aunque sea difícil, como son las carreras de ciclismo, es encontrar la motivación del disfrute. El pasado no cuenta mucho. Todavía hay carreras que quiero ganar y retos que asumir», añade.
Aunque las dos pruebas de la Copa del Mundo ayudarán a determinar cuál será el equipo suizo de cross-country para Tokio, Schurter siempre ha dado la talla en las grandes carreras.
Llegada la primavera, y con un palmarès tan potente, su clasificación es más que probable.
Después de haber conseguido un oro en Río, dice que el peso de hacer un podio en los Juegos Olímpicos ha desaparecido. Sin embargo, su deseo de actuar a nivel internacional es tan fuerte como siempre.
“Ahora nos acercamos a la temporada de competición, y puedo darlo todo para ganar otra medalla, asumiendo que tendrá resultado. Pero si no gano, la vida seguirá. La presión que sentí después de 2012 era diferente. Ahora, ya he conseguido mucho».