La capital de Dinamarca es uno de los referentes mundiales en el uso de la bicicleta por parte de sus habitantes. Copenhague cuenta con cientos de kilómetros de carriles Bici que nos permitirán recorrer la urbe con total libertad, además es casi llana y las distancias no son muy grandes.
En nuestro caso, nos llevamos nuestras Bicis en la Nissan NV300 pero si no contáis con vuestra bicicleta, podéis alquilar una en una de las decenas de tiendas de alquiler. Algunas de ellas incluyen incluso GPS montado!.
La verdad es que moverse por Copenhague no es muy complicado, está muy bien señalizado y en nuestro caso gracias a la App gratuita y sin datos Navigator, recorrimos la ciudad y la periferia sin perdernos.
Nosotros nos alojamos a escasos 5 kilómetros del centro, ya que en estas zonas periféricas los alojamientos son más económicos, se aparca gratis (en el centro es de pago) y gracias a los carriles bici en menos de 20 minutos te plantas en el casco histórico.
La ciudad es muy dinámica y moderna y hay muchas cosas que ver y disfrutar, en nuestro caso en un par de jornadas lo visitamos todo, aunque si lo queremos hacer con detenimiento puede que le debamos dedicar hasta cuatro días.
La oferta es muy interesante desde todos los puntos de vista, hay parques preciosos, Museos, tiendas, monumentos, una oferta gastronómica completa y hasta un parque de atracciones en el centro de la ciudad. También tenemos bastante vida nocturna, aunque debemos tener en cuenta que el precio de todo es alto, muy alto.
Para los que deseen realizar muchas visitas culturales y de ocio, existe la Copenhaguen card, una tarjeta de pago que nos permite el acceso gratuito a varias atracciones, descuentos en otras y el transporte público gratuito por el tiempo de vigencia de la tarjeta. En nuestro caso no nos pareció rentable, ya que hay muchas de las atracciones incluidas que no tienen demasiado interés y lo interesante realmente solo tiene un descuento.
Nuestra visita la empezaremos por los famosos Jardines del Tivoli, un parque de atracciones muy clásico con unos jardines espectaculares. Las atracciones son bastante retro, con el Carrusel, una montaña rusa pequeña, varios puestos tipo feria entre otras atracciones clásicas. Es más interesante el lugar que sus atracciones. Tivoli Gardens es el parque temático más antiguo del mundo, destila encanto y tradición, pero nada que ver con parques temáticos como Port Aventura o el Parque Warner.
Sin duda la imagen más conocida de Copenhague es la Estatua de la Sirenita, que personalmente me la imaginaba mayor,.. Es una estatua sentada en una roca junto al paseo Langelinie, es un homenaje al escritor danés Hans Christian Andersen.
Strøget es zona comercial totalmente peatonal de Copenhague (las bicis si pueden circular), una enorme zona comercial que comprende varias calles y callejuelas con tiendas de todo tipo, aunque a precios muy Daneses. Hay una maravillosa mezcla de negocios tradicionales que se remontan a generaciones y boutiques modernas para jóvenes amantes de la moda.
Nyhavn es el puerto nuevo, una zona histórica frente al mar y junto a un canal del siglo XVII, donde aún se encuentran amarrados los viejos barcos de madera.
A ambos lados del canal hay edificios pintados de colores chillones que datan de los años 1600 y 1700, cuyas plantas bajas albergan bares, restaurantes y cafeterías con bonitas terrazas.
El Museo Nacional de Copenhague (Nationalmuseet) es uno de los sitios dónde las horas pasan sin darnos cuenta, ya que tiene una colección interminable de recuerdos históricos de este pequeño gran país, desde la edad de bronce hasta el siglo pasado, pasando por los Vikingos.
El Palacio de Christiansborg, situado en el islote de Slotsholmen, acoge el Tribunal Supremo de Dinamarca, la oficina del Primer Ministro y el Parlamento danés. El palacio, que está abierto al público, es dónde se realizan los actos oficiales en la capital danesa.
El Jardín Botánico, ocupa la friolera de 10 hectáreas justo en el centro de Copenhague, y destaca por su riqueza botánica y por los majestuosos invernaderos de hierro y vidrio.
El Castillo de Rosenborg, fue construido por Christian IV a principios del siglo XVII, sus interiores se encuentran en un estado de conservación perfecto y cuentan con tapices históricos que escenifican los conflictos entre Dinamarca y Suecia. También puedes ver las cámaras del rey, echar un vistazo a su baño y su despacho.
La Iglesia de nuestro Salvador, es un edificio barroco de mediados de la década de 1700, pero su gran atractivo son la imperdibles vistas de Copenhague que se disfrutan desde allí. Tiene una torre oscura envuelta por una cinta de oro que gira en espiral hacia la parte superior. Esta es la barandilla de la escalera, y la subida a la plataforma de observación, a través de 400 escalones, que el día de nuestra visita estaba en obras.
La visita en Bicicleta de la capital danesa te permite disfrutar de cada rincón de las bulliciosas calles comerciales, del cambio de la guardia delante del Palacio Real, de los canales y de los parques, de una ciudad con pocos coches y muchas cosas que ver y experimentar, os la recomendamos!
Agradecemos a Nissan la cesión de una Nissan NV300 para realizar este reportaje.
Durante este viaje, siempre hemos llegado a nuestro destino gracias al Tomtom Go 6200