La tija de sillín de las Mountain Bike fue en su momento uno de los avances más destacados de cara a mejorar nuestra comodidad y eficiencia sobre la bicicleta.
Las Tijas telescópicas, van un poco más allá permitiendo bajar la altura del sillín en movimiento, detalle muy de agradecer sobretodo en bajadas.
Al mismo tiempo, cuando llega la cuesta, estas tijas, permiten volver a la posición inicial de altura para un pedaleo eficiente, todo sin tener que detenerse.
Esto las hace ideales para las carreras y rutas de enduro, donde es de agradecer poder variar la altura del sillín lo más rápidamente posible.
La oferta en el mercado es muy amplia pero intentaremos ilustrar los modelos disponibles y las necesidades reales de recorrido.
En cuanto a la capacidad de replegarse, la verdad es que con 100 milímetros es más que suficiente, ya que es una posición media, perfecta para tramos variados, con subidas y bajadas, sin tener que modificar la posición del sillín cada pocos minutos. La mayoría de modelos de Tijas Telescópicas del mercado tienen entre 125 y 200 mm. de recorrido, pensadas para personas más o menos altas. Aunque la verdad es que lo más importante es la longitud de nuestras piernas.
En el mercado hay dos tipos de Tijas telescópicas, las que tienen dos posiciones fijas y las que tienen una posición máxima fija y infinitas posibilidades de bajar, cada tipo tiene sus ventajas e inconvenientes, ya que las tijas con ajuste fijo nos permiten mover la tija muy rápidamente a la posición requerida sin tener que permanecer sentado hasta que alcance la altura correcta. En cambio con las variables, tenemos más libertad de posición sobre la Bici.
El movimiento de la tija puede ser por resorte (muy poco común) o con un cartucho hidráulico, el segundo sistema es el más cómodo y extendido. El bloqueo de una posición u otra se puede hacer mecánicamente (con una palanca situada en la tija) o por un mando remoto (por cable o hidráulico) en el manillar de la Bici (mucho más cómodo). Este mando remoto últimamente puede ser sin cables, más ligero pero que nos obliga a llevar un par de pilas de recambio.
Los precios son elevados desde el más sencillo, aunque los de los más caros rozan la obscenidad.