Los amantes de las actividades al aire libre lo saben bien: poder contar con una mochila duradera y cómoda es indispensable para disfrutar al máximo de las aventuras al aire libre. Sin embargo, incluso el mejor de los equipos corre el riesgo de deteriorarse si no se mantiene en buenas condiciones: el polvo, el sudor, las bacterias y el uso prolongado en el tiempo son factores que pueden arruinar el producto, y obligar a su propietario a buscar otra solución. Por ello, realizar un mantenimiento adecuado del equipo y limpiar las mochilas de forma periódica y correcta se convierte en un paso esencial para mantenerlas en excelentes condiciones, evitando que pierdan su eficacia.
Thule, marca líder en mochilas para outdoor, te ofrece algunos consejos prácticos sobre cómo limpiar tu mochila, para que puedas garantizar una vida más larga a tu equipo y poder afrontar tus vacaciones (y las posteriores) sin preocupaciones.
Para las mochilas de poliéster
Las mochilas de poliéster también pueden lavarse a máquina, siempre sin superar los 40°C. Se secan muy fácilmente, por lo que no es necesario meterlas en una secadora, lo que, por el contrario, podría deteriorar los tejidos, las cremalleras y las correas. El poliéster también puede incluirse en los lavados mixtos, ya que el color no se transfiere entre las prendas. Incluso en este caso, no se recomienda el uso de lejía o productos similares, ya que podrían dañar el tejido.
Un ejemplo de mochila de poliéster es la Thule AllTrail 22L, un modelo de trekking equipado con una bolsa de agua para beber mientras se camina. Una solución pensada para profesionales y usuarios más deportistas, pero útil para cualquiera que quiera disfrutar de un paseo por la naturaleza y mantenerse hidratado sin distracciones. Además, como el resto de modelos de la línea, cuenta con la certificación bluesign®, que acredita el uso responsable de los recursos, el máximo respeto a los trabajadores y la atención a los consumidores y al medio ambiente.
Para las mochilas de nailon
Las mochilas de nailon tienen la ventaja de que pueden lavarse directamente en la lavadora, siempre que la temperatura no supere los 40°C, ya que el tejido del que están hechas corre el riesgo de deformarse con el calor. Por la misma razón, no se recomienda su uso en secadora. Además, la lejía y los detergentes agresivos pueden estropear el nailon, por lo que es preferible utilizar detergentes delicados.
Un ejemplo es la Thule Sapling, una mochila que permite a las familias activas disfrutar de un día en la naturaleza con sus hijos. Padres e hijo pueden afrontar cualquier aventura con comodidad, gracias al diseño ergonómico y al excelente soporte para las piernas. Y si el día ha sido especialmente ajetreado, el asiento extraíble y lavable garantiza que la mochila esté lista en minutos para la siguiente salida.
Para las mochilas de tela
Las mochilas como la Thule AllTrail X 25L pueden lavarse a máquina, pero sería mejor utilizar agua a baja temperatura para evitar que el tejido encoja. Además, hay que tener cuidado de no utilizar lejía ni hacer lavados mixtos con otros tejidos, ya que se corre el riesgo de amarillear o decolorar el tejido. Es preferible utilizar detergentes suaves y no utilizar secadoras.
La solución perfecta para practicar senderismo y trekking, viajar o simplemente disfrutar de la ciudad, la colección Thule AllTrail X ofrece una versatilidad inigualable para cada aventura. Esta mochila, fabricada con un 50% de lona encerada reciclada, es duradera, resiste las condiciones climáticas más extremas y proporciona comodidad tanto para los paseos por la naturaleza como para el uso diario. El espacioso compartimento principal y los bolsillos de acceso rápido te permiten acceder a todo, desde el teléfono hasta el piolet, sin tener que reducir la velocidad.
En general, en caso de que surjan dudas o se quiera evitar cualquier riesgo, lo mejor es lavar las mochilas a mano, un método más delicado que respeta las propiedades de cada tipo de tejido. Al igual que en el lavado a máquina, antes de limpiar la mochila será necesario retirar los bolsillos interiores (como las bolsas de agua de algunos modelos) o las correas. Tras eliminar la suciedad superficial con una aspiradora o un cepillo, basta con sumergir la mochila en un barreño con detergente y aclarar. Para manchas más complicadas o difíciles, se pueden utilizar productos específicos, junto con una pequeña esponja o cepillo, dejándolos actuar durante unos 30 minutos. Después, se puede dejar secar la mochila de forma natural, preferiblemente colgada en un lugar a la sombra y con un buen intercambio de aire: de este modo, la luz y el calor del sol no dañarán el tejido decolorándolo.